
Sé que gracias a esos momentos de soledad me conoceré mejor, creceré como persona; llegaré a conocer mis límites tanto físicos como mentales, tendré mis momentos de seguir soñando y de madurar mi presente y mi futuro.
Muchas veces a lo largo de nuestra vida buscamos esos momentos, el de poder abstraernos, liberar nuestra mente, llegar muchas veces a disfrutar del sufrimiento de nuestro entrenamiento en solitario.
De los momentos más gratificantes para mí, es llegar a la cima de una montaña, después del esfuerzo realizado, el poder sentarme, en silencio, relajarme y disfrutar de la naturaleza, escuchando solamente lo que la soledad de la montaña me ofrece.
“Y, cuando atravesaba los campos, supe cómo es la soledad del corredor de fondo, y me di cuenta de que para mí esta sensación era lo único honesto y verdadero que había en el mundo, y comprendí que esto no cambiaría nunca.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario